3. Ropa de buen gusto
Los ricos suelen poner mucha atención a que su ropa no resulte demasiado llamativa pero que a su vez sea costosa y de marca. Las prendas de lujo cumplen estos requisitos – por un lado expresan buen gusto y son al mismo tiempo discretas. Los millonarios no dudan de invertir sumas altísimas en accesorios que potencian la impesión especialmente en la esfera de negocios. En ella ostentar cierto nivel de lujo es una condición. Gastar en calzado de calidad, carteras, relojes u otros productos que no envejecen es una inversión que se recupera fácil y rápidamente. En este caso la calidad justifica el precio que irá creciemndo progresivamente en productos de marca como Patek Philippe, Hublot, Hermes, Laboutin, Chanel, Prada…