La dirección del Banco Central Europeo ya conoce la fecha en la que dejará de comprar bonos, lo que pondrá fin a varios años de flexibilización cuantitativa. Es decir, inyectar dinero a la economía para impulsar el crecimiento económico y elevar la inflación hasta el objetivo del 2%.
El Banco Central Europeo dejará de suministrar liquidez al mercado financiero durante este verano. Los líderes del BCE acordaron el calendario en la reunión del jueves. También pretende ser el primer paso hacia el aumento de las tasas de interés en respuesta al ritmo implacable de los aumentos del nivel de precios en la eurozona. Por lo tanto, los riesgos de inflación superaron los riesgos derivados del impacto de la invasión rusa de Ucrania, que ha estado en curso durante más de dos semanas. Mientras tanto, el BCE se mostró preocupado por una posible repetición de la recesión económica que se produjo el año anterior debido a la pandemia de coronavirus.
Según la presidenta del BCE, Christine Lagarde, la guerra en Ucrania es un evento que ralentizará el crecimiento económico en la eurozona, pero elevará la inflación. «La guerra entre Rusia y Ucrania tendrá un impacto en la actividad económica y la inflación a través del aumento de los precios de la energía y los productos básicos, las interrupciones en el comercio internacional y el debilitamiento de la confianza», dijo Lagarde en conferencia de prensa tras una reunión de banqueros centrales.
