Los países de América Latina son conocidos por su riqueza mineral. A los metales tradiconales como el oro o el cobre se ha sumado en los últinos años también el litio que se ha convertido en la materi prima estratégica no solamente en la industria automotriz.
Según los datos de del Servicio Geológico de los Estados Unidos (US Geological Survey), la América Latina es literalmente tierra prometida para los inversores en metales preciosos y otras materias primas de uso industrial. La mayor riqueza mineral está concentrada en Chile, Perú, Brasil, México y Argentina. Chile, por ejemplo, cuenta con las reservas globales más grandes de cobre y litio y las séptimas más importantes en cuanto a la plata. Perú, por su parte, dispone de las reservas más importantes de plata, las terceras más grandes de cobre y zinc y las quintas en importancia de oro. México es un destacado productor de zinc, plomo, cobre, plata y oro y, por último, Brasil constituye una potencia mundial en mineral de hierro, níquel, estaño y oro.
Varios países latinoamericanos, sin embargo, han enfrentado en los últimos años cierta reticencia por parte de las empresas extranjeras de participar en los proyectos de minería debido, en gran medida, a la incertidumbre causada por la inestabilidad polítíca. No obstante, el también ambiente político va cambiando en los últimos años, según demuestran, entre oros, los datos del Instituto Fraser, un importante centro de investigación, radicado en Canadá, que monitores las libertades económicas y políticas en el mundo. La atractividad de la América Latina para los inversores ha aumentado en los últimos dos años en un 16 por ciento, notablemente más que en cualquier otra región del mundo, sostienen los estudios del Instituto.
