Las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos están aumentando el nerviosismo de los inversores. Están apostando por el dólar estadounidense como un activo de bajo riesgo y muy líquido. En tiempos de creciente incertidumbre, los inversores tienden a ser más reacios al riesgo que nunca.
El dólar estadounidense se fortaleció frente a una canasta de otras monedas importantes del mundo la semana pasada. Refleja el creciente nerviosismo de los inversores antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se llevarán a cabo el martes 3 de noviembre. Según los analistas, los inversores están más nerviosos que de costumbre, porque no tienen idea de quién puede estimar de manera significativa quién se sentará en el White Casa en los próximos cuatro años.
Recuerdan el año 2016 cuando las encuestas favorecían a Hillary Clinton, pero al final, Donald Trump se convirtió en presidente. La situación se está repitiendo en cierta medida este año, porque incluso esta vez el candidato demócrata, Joe Biden, es más popular en las encuestas que Donald Trump. Pero el número de votantes cuyos votos debe obtener el candidato es importante. Y desde este punto de vista, volverá a ser una carrera muy reñida y emocionante hasta el último segundo.