La libra británica fortaleció moderadamente sus posiciones frente al dólar, en reacción a la reapertura de negociaciones entre el Reino Unido a la Unión Europea sobre el ajuste de las relaciones mutuas después del Brexit. Por el otro lado, debilitó en comparación noc la moneda común europea.
Sin embargo, el mercado del par euro-libra ha sido, al parecer menos, favorable a la divisa británica que el mercado dólar-libra. A pesar de que los inversores han aceptado con entusiasmo el reinicio de las negociaciones entre Londres y Bruselas, en el juego han entrado también las expectativas en torno al dólar estadounidense. Debido a que la percepción del riesgo de un posible debilitamiento de las acciones norteamericanas es alta, los inversores en este momento prefieren colocar sus capitales en otras monedas, incluida la libra esterlina.
Por el otro lado, las negociaciones entre Gran Bretaña y la Unión Europea sobre el reordenamiento de sus relaciones después del fin del período de transición que siguió al Brexit favorecen más al euro. Entre los asuntos que son objeto de dichas negociaciones está el acceso de Gran Bretaña al mercado común europeo (y viceversa) y el acceso de Londres al mercado financiero europeo.
Londres es un importante centro financiero global y la necesidad de mantener la flexibilidad del flujo de capitales constituye un tema clave para la metrópoli británica. Es que aún antes de que se consumara la salida del Reino Unido de la Unión Euopea, no faltaban las especulaciones sobre el riesgo de traslado de algunos jugadores fuertes del mundo financiero de la City londinense a – por ejemplo – Fráncfort del Meno en el hipotético caso de que las negociaciones entre Londres y Bruselas no lleguen a un acuerdo.