La decisión del Banco Central Europeo de subir las tasas de interés el jueves no fue sorprendente. Quizás el mercado no solo esperaba el vigor con que lo hacían los banqueros centrales.
El BCE toma en serio la inflación
El Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo ha decidido aumentar sus tasas de interés oficiales en 0,75 puntos porcentuales. Y esto con efecto a partir del 14 de septiembre. Esta es la subida de tipos más pronunciada en 20 años. Al hacerlo, el BCE deja en claro que se toma en serio la inflación, así como su compromiso de reducirla al dos por ciento en el futuro previsible.
«Los actores económicos deben entender que el BCE se toma en serio la posibilidad de devolver la inflación al dos por ciento», dijo la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en una conferencia de prensa tras la reunión de política monetaria del jueves.
Reducir la inflación a toda costa
Según ella, reducir la inflación es una tarea primordial, incluso a costa de que la economía europea evite la recesión. «En el escenario de referencia, no esperamos un crecimiento económico negativo el próximo año, pero en el escenario pesimista, sí», dijo Lagarde. El escenario pesimista puede materializarse si Rusia interrumpe por completo el suministro de gas a Europa y Europa no puede encontrar rápidamente proveedores alternativos.