A partir de febrero del próximo año, Rusia dejará de exportar petróleo a los países de la Unión Europea y del G7. El presidente ruso, Vladimir Putin, emitió un decreto en virtud del cual la Federación de Rusia tomará medidas de represalia por el tope de precios del petróleo ruso por parte de los países mencionados.
Embargo: 5 meses
El embargo a las exportaciones por parte de Rusia estará en vigor durante cinco meses. La medida de represalia del Kremlin se produce después de que los países de la Unión Europea y el Grupo de los Siete de las naciones económicamente más fuertes del mundo (G7) acordaran imponer un límite de precios al petróleo ruso. El límite máximo está fijado en 60 dólares por barril, aunque es similar al precio al que Rusia exporta petróleo actualmente, considerablemente inferior al que Rusia vendió su petróleo durante una parte sustancial de 2022.
Profundizar el déficit de Rusia
El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, ya anunció que el tope de precios probablemente profundizará el déficit presupuestario estatal ruso para 2023, que por ahora se proyectaba en el dos por ciento del PIB. Precisamente el objetivo del tope de precios era limitar los ingresos de la Federación de Rusia por la venta de petróleo, lo que debería debilitar su capacidad de financiar su agresión militar en Ucrania. El precio mundial del crudo Brent no reaccionó prácticamente de ninguna manera al anuncio de Putin y se mantuvo estable justo por debajo de los 85 dólares el barril.