La guerra comercial chino-estadounidense al parecer está por terminar. Las dos superpotencias han logrado acordar los parámetros de la primera etapa del acuerdo relativo a las relaciones comerciales mutuas.
El acuerdo aún requiere la firma del presidente de Estados Unidos Donald Trump pero según sostienen las fuentes bien informadas, es sólo una formalidad. Los Estados Unidos entonces no aplicarán los nuevos aranceles a mercancías provenientes de China que debieron entrar en vigor a partir del 15 de diciembre. Estos aranceles debieron afectar a la producción china po run valor de aproximadamente 160 mil millones de dólares, especialmente en el rubro de juguetes, ordenadores y vestimenta.
Donald Trump propuso además reducir a la mitad los actuales aranceles que gravan las mercancías chinas po run valor de 360 mil millones de dólares. A cambio, China asumió el compromiso de comprar artículos norteamericanos por unos 40 mil millones de dólares. El propósito inicial de la Administración estadounidense era de hasta 50 mil millones, no obstante la parte estadounidense logró acordar condiciones hasta ahora no especificadas pero más ventajosas para el acceso de la producción agrícola norteamericana al mercado chino.
Los mercados financieros han recibido la noticia con entusiasmo empujando los índices de valores norteamericanos al alza entre el 0,5 y 1 por ciento. Es de suponer que el optimismo se extienda también a los demás mercados mundiales de valores y que persista por lo menos hasta el final de la semana de negociación.