El dólar estadounidense ha borrado las pérdidas que sufrió después de la noticia de la aparición de la variante omicron, que se está propagando más rápido que la variante anterior del virus delta SARS-COV-2. De hecho, parece que el omicron no será un peligro para la recuperación económica como se suponía originalmente.
El dólar estadounidense se fortaleció ligeramente frente a una canasta de las principales monedas mundiales durante esta semana. Subió un 0,15 por ciento el jueves, ganando también frente al euro y la libra esterlina. De hecho, los inversores han dejado de preocuparse por la nueva variante del virus omicron SARS-COV-2, del que aparecieron los primeros informes hace menos de dos semanas.
Pero este no es el único factor que ha jugado el dólar estadounidense en las cartas. De hecho, el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó los resultados de comercio exterior de octubre, lo que sorprendió positivamente. De hecho, el déficit comercial se redujo en poco menos del 18 por ciento en comparación con septiembre, gracias en gran parte al rápido crecimiento de las exportaciones estadounidenses.
Por último, pero no menos importante, las crecientes expectativas de endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal se han apuntado a fortalecer el dólar. Existe una creciente creencia entre los inversores de que la Fed comenzará a subir las tasas de interés el próximo año para ayudar a reducir la inflación. Este último ha subido a máximos de 30 años en los últimos meses.