Para fines de esta década, siete de los países económicamente más poderosos del mundo podrían deshacerse del carbón como materia prima energética. A mediados de la próxima década, la descarbonización total del sector energético está en juego.
Lograr la neutralidad de carbono para 2030
Los ministros de energía y medio ambiente del G7 se reunieron en Berlín para buscar soluciones para acelerar la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables. Los políticos han apuntado particularmente al carbón, que se considera el mayor contaminador del aire y contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Declaramos que para 2030 eliminaremos el carbón como fuente de electricidad o calor de nuestra matriz energética», se lee en el proyecto de resolución, disponible para Reuters. El comunicado también incluye el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono en el sector energético para 2035. Sin embargo, según Reuters, todavía se espera una feroz batalla por la redacción final de la resolución.
También hay opositores.
Los mayores opositores a la eliminación del carbón de la matriz energética son Estados Unidos y Japón. El país de Asia oriental, en particular, tiene como objetivo en su política energética reducir la participación del carbón en la generación de energía al 19 por ciento para fines de esta década desde el 32 por ciento en 2019. Por lo tanto, deshacerse del carbón por completo puede ser inaceptable para Japón.