Larry Fink, CEO de BlackRock Investment Company, cree que los gobiernos deberían preparar un plan financiero a largo plazo más sólido para transformar la economía en una economía baja en carbono. Se dice que el capital privado debería participar más en él.
Larry Fink ha destacado tres áreas críticas de la transformación ambiental que presentan oportunidades para los inversores por 50 billones de dólares. En primer lugar, también se debería exigir a las empresas que no cotizan en bolsa que compartan información sobre cómo contribuyen a la sostenibilidad. Del mismo modo que las empresas cuyas acciones se negocian en los mercados financieros, deben informar.
En segundo lugar, según Fink, los gobiernos están ayudando a crear una desigualdad en la demanda entre productos verdes y «no verdes». Esto se debe a diversas desgravaciones fiscales o, por el contrario, a impuestos adicionales de productos menos respetuosos con el medio ambiente. Según Fink, esto contribuye a aumentar la inestabilidad social, porque los consumidores más pobres son penalizados, para quienes los productos más ecológicos son demasiado caros.
En tercer lugar, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional van a poder apoyar mejor al capital privado para invertir en la transformación del carbono de la economía. Se dice que ambas instituciones han reconsiderado sus funciones.