Con el previsto cierre, la empresa de energía Uniper, con sede en Düsseldorf, pondrá fuera de servicio aproximadamente la mitad de sus capacidades de producción en Europa.
Uniper responde de esta manera al proyecto del Gobierno federal de Alemania de deshacerse antes del año 2038 de todas sus plantas eléctricas a carbón para poder cumplir con las metas climáticas trazadas para los mediados de este siglo. La empresa, que fue creada en 2016 tras separarse del grupo E.On, tiene pensado cerrar, antes de finalizar el año 2022, los primeros tres bloques de las plantas en Scholven y Wilhelmshaven, noc una capacidad instalada de 1,5 gigavatios.
El resto de las plantas en Staudinger y Heyden, con una capacidad instalada de 1,4 gigavatios, dejarán de generar la electricidad antes de finalizar el año 2025. „Estamos evaluando el futuro de Uniper. Las medidas que tomaremos irán acompañadas por pasos encaminados a garantizar la seguridad de nuestros empleados,“ explicó el jefe de Uniper Andreas Schierenbeck para la agencia Reuters.
Las plantas eléctricas pertenecientes a Uniper exhalaban anualmente poco menos de sesenta millones de toneladas de dióxido de carbono. El cierre de las instalaciones por tanto significará indudablemente un alivio para el medio ambiente, aunque por ejemplo las emisiones de la empresa RWE alcanzan el doble. A Uniper le corresponderán importantes compensaciones por parte del Estado alemán que según estimaciones preliminares podrían alcanzar la suma de 365 millones de euros.