Las plantas solares serán financiadas por el conglomerado nipón Marubeni y la compañía mexicana Becquerel Capital. Representantes de Kiwapower informaron que la construcción de las primeras instalaciones se iniciará en pocos meses en la región centromexicana del Bajío y en los alrededores de la Ciudad de México, capital del país.
Kiwapower tiene pensado edificar una red descentralizada de plantas fotovoltaicas que estarán colocadas en los techos de los inmuebles pertenecientes a los clientes de la empresa. Cada planta por separado costará entre 400 y 500 mil dólares. El proyecto prevé poner en marcha entre cien y doscientas instalaciones de este tipo.
Kiwapower ha entrado al mercado mexicano después de que el Gobierno se involucrara en una guerra judicial en contra de las empresas energéticas que ya habían apostado por México durante el mandato del anterior gabinete gubernamental. Estas compañías ven con preocupación las aspiraciones del actual Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador de acaparar un mayor control del Estado sobre los suministros de energía.
No obstante, Kiwapower se ha ostrado optimista en cuanto a su futuras operaciones en México y ya ha iniciado negociaciones con universidades, centros comerciales y empresas menores para determinar las condiciones comerciales de la instalación de nuevos paneles fotovoltaicos. En juego están inversiones por varias decenas de millones de dólares.