Cuanto más rápido se logre hacer frente a la emergencia en torno a la expansión de coronavirus, mejor será tanto para la economía china, como la global.
Los mercados de valores suelen ser las primeras víctimas de situaciones de crisis. Lo mismo puede decirse también sobre el la epidemia de neumonía por el nuevo tipo de coronavirus que ya se expandió de la ciudad china de Wuhan a tres continentes fuera de Asia – las Américas, Australia y Europa. Los títulos prácticamente en todas las bolsas mundiales han bajado y en algunos casos la caída semanal incluso se acerca a un dos por ciento.
En cuanto a los impactos económicos sigue el sector del turismo y el de servicios en general. A la suspensión de cientos de vuelos que se dirigen o que proceden de China se ha sumado el cierre de comercios en los centros urbanos puestos en cuarentena por las Autoridades chinas. Una de las imprtantes cadenas estadounidenses de comida rápida acaba de anunciar en días próximos no abrirá sus locales en Wuhan y las ciudades aglomeradas.
Sin embargo, también hay algunos que supieron sacar beneficios de la amenaza del peligroso virus. Los inversionistas se refugian en la compra de loro cuyo valor va en aumento. Suben asimismo los títulos de empresas farmacéuticas a la espera del incremento de la demanda. La actual emergencia epidemiológica se parece a la crisis que estalló en 2002 por causa del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS). No obstante, según algunos especialistas en el caso de coronavirus hay más probabilidades de que se logre desarrollar pronto una vacuna, por lo cual las consecuencias económicas de la actual epidemia no necesariamente han de ser tan serias como en el caso del SARS.
