El analista de la consultora S&P Global Market Intelligence Chris Rogers está convencido de que las futuras negociaciones entre Estados Unidos y China sobre el levantamiento de las barreras comerciales serán mucho más difíciles de lo que estamos dispuestos a admitir.
Según Rogers, los Estados Unidos con las elecciones presidenciales a la vista, podría comenzar a reconsiderar sus relaciones comerciales también con otros países asiáticos. China supuestamente accedió a la primera fase del acuerdo comercial ante todo porque no deseaba una nueva escalada de la guerra comercial.
La economía china se va quedando sin aliento: el año pasado el Producto Interno Bruto en China creció a un ritmo más bajo en las últimas tres décadas. Y las exportaciones constituyen una de las posibilidades de cómo afrontar el desaceleramiento de la economía.
China ya tomó toda una serie de medidas que deberían llevar al mejoramiento en el manejo de la propiedad intelectual, las tecnologías o en el acceso de empresas extranjeras al mercado de servicios financieros pero „no ha cambiado absolutamente nada en el marco del apoyo estatal a grandes empresas,“ advirtió Rogers en una entrevista concedida a la agencia Reuters.
Este hecho puede representar uno de los obstáculos clave para finalizar la segunda fase del acuerdo comercial. Muchas cuestiones que resultan de fundamental importancia para el modelo del „capitalismo chino“, ni siquiera se tocaron durante la primera etapa de las negociaciones. „Siento mucho escepticismo en cuanto a la segunda fase. Por lo menos en el horizonte del año en curso,“ observó Rogers.
