Shanghai, Hong Kong, Tokio y Seúl anuncian el final de la sesión bursátil del miércoles en un territorio más fuerte. Por el contrario, Wall Street vio el estancamiento real del índice Dow Jones y el debilitamiento tanto del S&P 500 como de la tecnología Nasdaq.
El índice, que incluye el principal mercado en la Bolsa de Valores de Shanghai, superó el máximo de 13 años, fortaleciéndose en más del dos por ciento el miércoles. El fortalecimiento se debe a los datos positivos sobre inflación. Los precios de producción industrial aumentaron un 0,3 por ciento interanual en enero, que es la tasa más alta desde mayo de 2019.
La Bolsa de Valores de Hong Kong también se benefició de este desarrollo, fortaleciéndose en menos del dos por ciento. Las acciones de Tokio se fortalecieron un 0,19 por ciento a medida que mejoraban las perspectivas de la industria automotriz. El KOSPI de la Bolsa de Valores de Seúl sumó medio por ciento después de que un regulador surcoreano aprobara una vacuna contra el coronavirus y el uso de un fármaco covid del taller de la compañía farmacéutica Eli Lilly.
Por el contrario, las acciones de Nueva York prácticamente se estancaron, ya que el Dow Jones se fortaleció ligeramente y el S&P 500 y el Nasdaq se debilitaron levemente. Empiezan a surgir dudas entre los inversores de la bolsa de valores estadounidense de que el valor de las acciones seguirá creciendo este año. Por tanto, existe la posibilidad de una mayor corrección de las acciones estadounidenses en juego. Otros hablan del «camino accidentado» que tomarán las acciones de Wall Street este año.