Pese al crecimiento inicial, las bolsas de valores chinas han concluído la jornada comercial del jueves con leves pérdidas, al igual que las acciones en Hong Kong. La baja se debe a los pronósticos nada alentadores en cuanto a las perspectivas de la economía estadounidense.
Las acciones chinas han experimentado una jornada relativamente volátil: las bolsas en Shanghái y Shenzhen primero fortalecían sus posiciones para dejarse arrastrar, al final, por el pesimismo predominante y terminar en pérdidas. El índice principal de la bolsa de Shanghái ha bajado en 0,8 por ciento, mientras que en Shenzhen las pérdidas han sido más moderadas, sólo 0,3 por ciento. Los inversores siguen con minuciosa atención los datos actualizados sobre la salud de la economía china. El volumen de nuevos préstamos se redujo en mayo más de lo que se esperaba, a pesar de los esfuerzos del banco emisor chino por flexibilizar las condiciones crediticias.
Las pérdidas de los títulos en Hong Kong han sido mucho más notables: el índice Hang Seng ha bajado en 2,3 por ciento con lo que las pérdidas acumuladas desde finales de mayo han aumentado a más de un 10 por ciento. Las bolsas de valores del gigante asiático han reaccionado a la baja sobre todo frente a las recientes predicciones del Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. sobre la evolución de la economía estadounidense. Según estimaciones del banco central estadounidense, la la economía de EE.UU. podría cear este año en hasta un 6,5 por ciento y el nivel de desempleo podría elevarse a más de un 9 por ciento. Sin embargo, en este momento el índice de paro oscila a un 14 por ciento.