Las monedas digitales del banco central (CBDC) deben estar provistas de reglas para que su funcionamiento no socave el mandato de los bancos centrales de conducir la política monetaria y garantizar la estabilidad del sistema financiero.
Los representantes de los bancos centrales de los países del G7 acordaron esto en una reunión conjunta que tuvo lugar a mediados de la semana. Las monedas digitales del banco central no están destinadas a reemplazar las formas existentes de dinero, como el efectivo, sino que están destinadas a complementarlas. Al mismo tiempo, deben servir como parte de un sistema de pago seguro.
Al mismo tiempo, la emisión de monedas digitales del banco central no debe socavar el mandato de los bancos centrales,, que es principalmente conducir la política monetaria o garantizar la estabilidad del sistema financiero. También debe ser transparente y estar en consonancia con el Estado de Derecho y la gobernanza económica a través de instrumentos de política monetaria.
Los bancos centrales de las principales economías del mundo llevan tiempo trabajando para crear su propia moneda digital, con la que quieren modernizar el sistema financiero y hacerlo más flexible, sobre todo en un contexto internacional. El banco central chino o sueco puede considerarse el líder mundial en el campo de la CBDC.