El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, gastará hasta dos billones de dólares de los presupuestos públicos para promover tecnologías respetuosas con el medio ambiente. El problema es que construir la infraestructura necesaria, por ejemplo energética, es muy exigente para consumir metales.
Según los expertos, tal mejora de la economía estadounidense podría recordar la historia que ha vivido China desde 2000, que también se está alejando gradualmente de las fuentes de energía tradicionales hacia las verdes. Algo similar se ha vivido y todavía se vive en la Unión Europea.
La inversión pública en la infraestructura necesaria es ahora unos veinte mil millones de dólares más baja que a principios de la primera y segunda décadas de este siglo. Pero los planes de Biden para ecologizar la economía de los EE. UU. Tendrán un impacto significativo en los precios de los metales industriales y su demanda crecerá. De hecho, la construcción de tecnologías respetuosas con el medio ambiente es un desafío para consumir metales.
En última instancia, esto puede frenar el desarrollo de la economía verde. De hecho, el índice, que muestra la evolución de los precios de los metales industriales, se encuentra en su nivel más alto en los últimos dos años y medio. Además, ni China ni la Unión Europea están descontando sus esfuerzos por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que puede impulsar los precios de los metales aún más.