Las instituciones gubernamentales chinas llevan tiempo intentando influir en los precios de las materias primas estratégicas en el mercado interno. Además de las restricciones a la emisión de algunos índices de precios y de la investigación de la especulación bursátil, ha llegado el momento de vender materias primas de las reservas gubernamentales.
China es el mayor consumidor, productor o importador mundial de varios productos básicos, sin los cuales la segunda economía más fuerte del mundo no puede prescindir. Estos incluyen petróleo, carbón, cobre, aluminio, zinc o mineral de hierro. Sin embargo, China no es un país aislado del resto del mundo, por lo que es prácticamente imposible que estas materias primas se vendan en su mercado a precios no mundiales.
Sin embargo, el gobierno ha decidido no tener en cuenta cómo los aumentos masivos de los precios de las materias primas están obstaculizando la industria china y la recuperación económica general del país. Por lo tanto, comenzó a liberar algunos productos básicos al mercado de sus reservas estratégicas. Se trata principalmente de carbón, metales, pero también, por ejemplo, maíz.
Sin embargo, al menos desde la primavera, las instituciones gubernamentales chinas han estado utilizando una amplia gama de herramientas para frenar el crecimiento de los precios. Por ejemplo, se detuvo la publicación de algunos índices de precios para desalentar las compras especulativas o se inició la investigación de operaciones sospechosas en las bolsas de productos básicos. Sin embargo, según los analistas, es más probable que el enfriamiento de los precios dé lugar a una desaceleración de la producción industrial, que se aproxima en China.