La administración estadounidense al parecer estudia las posibilidades de cómo convencer a Arabia Saudita a poner fin a la guerra de precios de petróleo que ese país del Golfo Pérsico lleva contra Rusia
Las empresas petroleras norteamericanas son las que se ven más perjudicadas por la controversia.
El establecimiento de una alianza petrolera entre Estados Unidos y Arabia Saudita, el productor más importante del crudo en el marco de los países de la OPEP, es „una de las muchas ideas“ que están siendo evaluadas por el Secretario de Energía de Estados Unidos, Dan Brouillette. „No estoy seguro si la idea será presentada de manera formal como parte de una política pública,“ explicó Brouillette y agregó que aún no se han tomado decisiones algunas al respecto.
Según los medios de comunicación estadounidenses, el Secretario de Energía sin embargo trató de convencer al presidente Donald Trump a plantear a Arabia Saudita la propuesta de creación de una alianza petrolera con Estados Unidos e incluso la retirada del país de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Una mayor cooperación con Estados Unidos supuestamente llevaría a la estabilización de los precios de loro negro en los mercados mundiales.
Éstos han sufrido un bajón en más de un cincuenta por ciento en apenas dos semanas como reacción a lucha que se había desatado entre Arabia Saudita y Rusia por los precios del petróleo y seguidamente a la expansión de la pandemia del coronavirus. En los últimos días el petróleo norteamericano cotizaba a unos 22 dólares, lo que representa una caída en casi 30 por ciento en sólo una semana. Se trata del descenso más importante en el precio del petróleo norteamericano desde la primera guerra del Golfo Pérsico en 1991. Ya anteriormente, el mandatario estadounidense insinuó que podría „involucrarse“ en la guerra de los precios en „un momento apropiado“.
