Los principales índices bursátiles chinos en Shanghái y Shenzhen han subido en un dos por ciento al final de la semana. Acciones han estado al alza también en Hong Kong, aunque de manera más moderada, sumando un punto porcentual, pese a las protestas callejeras en contra de la nueva ley de seguridad impuesta por Pekín.
Durante la semana pasada, las acciones tanto en Shanghái como en Shenzhen continuaron al alza para alcanzar los niveles más altos en los últimos conco años. El fortalecimiento de las acciones se debió a las expectativas optimistas en cuanto a la evolución económica en el país más poblado del mundo. El sector chino de servicios ha experimentado en el segundo trimestre un restablecimiento relativamente rápido después de la flexibilización de las medidas antiepidemiológicas a la que accedió el Gobierno. Las actuales cifras indican que la economía china como un todo se encuentra en período de crecimiento que, además, podría ser mejor balanceado que antes del brote de la pandemia de la enfermedad por el coronavirus. No obstante, aún tardará varios meses para que el rendimiento de la economía china alcance los niveles anteriores a la crisis.
La situación similar han registrado tamién las acciones en la bolsa de Hong Kong. El principal índice Hang Seng ha alcanzado el nivel má salto en las últimas cuatro semanas y ello a pesar de los disturbios en contra de la nueva ley de seguridad impuesta a la región administrativa especial por Pekín. Más que la incertidumbre política los inversores parecen tomar en consideración los lazos económicos cada vez más estrechos entre Hong Kong y la China continental que traerán más liquidez a la bolsa hongkonesa y, según se espera, también un número mayor de empresas chinas, dos factores que constituyen una fuerte motivación para comprar acciones en Hong Kong.