Las operaciones comerciales del miércoles en los mercados financieros de Asia oriental se han desarrollado en ambas direcciones. Mientras que los inversores compraron en China y Corea, los vendedores predominaron en Japón y Hong Kong.
La Bolsa de Valores de Shanghai ha tenido un giro relativamente exitoso de la última semana de agosto. El índice global se fortaleció en un 0,74 por ciento, que fue aproximadamente medio punto porcentual más que el fortalecimiento del índice principal CSI300. El motivo del optimismo de los inversores fue el vertimiento de liquidez a corto plazo en el sector bancario por parte del banco central chino.
El crecimiento de la Bolsa de Valores de Shanghai fue impulsado principalmente por empresas que suministran productos básicos al mercado. Este segmento creció casi un dos por ciento. El mercado de Seúl también subió, donde el índice KOSPI se fortaleció en un 0,27 por ciento. La fuerza impulsora fueron los títulos tecnológicos liderados por Samsung o LG.
Por el contrario, Hong Kong y Tokio entraron en la segunda mitad de la semana con un descenso. El índice Hang Seng perdió solo un 0,13 por ciento, el Nikkei de Tokio se depreció aún menos, en un 0,03%. Ambos mercados se vieron afectados por la cautela de los inversores antes de una reunión de los banqueros centrales del mundo en Jackson Hole, EE. UU.
